Me observas ...?


Mirame...

Recórreme despacio...

Mírame por dentro, no te pierdas ni un milímetro de mí...

Animate...

Vuela conmigo... soñemos juntos...volemos lejos...

Olvidemos las cuerdas que nos atan a la realidad.

Sorprendeme...

Enamorame...

...y hazme inmortal.

martes, 4 de octubre de 2011

Prisión interior...


Es simple. Simplísimo...
La prisión interior aparece cuando no podemos salir de nos-otros mismos, aunque a veces el no poder muta en no querer, y ahí la cuestión cambia, y se vuelve algo así como un auto-exilio en (y de) nosotros.

De vez en cuando, nos otorgamos un permiso...tal vez un permisito...colorido,  Entonces podemos mirar, decir, llorar... Salir de ese "yo" que nos invade. Salir por los orificios, los huecos, las protuberancias, las extremidades, los órganos cóncavos y los convexos, las articulaciones...
Fantaseamos que somos cualquiera de las otras personas del singular y sobre todo del plural. Otras veces cambiamos y ya no somos ni singular, ni plural, ni acaso personas, somos letras, signos de puntuación, acordes, imágenes, no importa. Solo somos sin serlo.
Pero luego, luego..., volvemos sobre ese yo que siempre nos espera del otro lado de todo... con la completa certeza de que el encuentro será infalible.
Y ahí estamos, solamente para recordarnos que allá en el fondo siempre nos espera la celda interior, esa de la cual nadie puede ayudarnos a salir...

Y está bien que así sea.
Quizás este sea un afán por idealizar el encierro. Quizás la mayoría de la gente desconoce su cárcel interna, y anda feliz por la vida con una libertad tan de manual que, por lo menos, me da pena, aunque a veces la envidie (in)sanamente.
Y la verdad que ahora... no podría decir... a ciencia cierta... de qué lado... de la reja... escribo... esta noche.

2 comentarios:

  1. saludos desde la celda 211, aquí al menos se sabe de nuestras limitaciones, aunque ansiemos cielos azules y nubes que se funden como si fueran solo una...cubitos de hielo que se derriten para ser el mismo agua, o bien tu aliento y el mío robándonos el mismo aire de una sola respiración...que nos devuelve a lo mejor de nosotros mismos, dar...amar de la única forma posible, con el alma en las manos.

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  2. Todos vivimos dentro de prisiones, reconocerlas, conocerlas y quizás aceptarlas, nos dan un poco más de libertad.
    Primer paso a la libertad, conocernos...

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