Encontré tu mirada…perdida en el vértice de mi escote…
En la turgencia de mis pechos,
se hunde…
se ahoga…
me asfixia.
Mi deseo que descansa a la orilla de tus ojos,
se despierta sediento de tus caricias
recorriendo mi cuerpo…
de tus besos,
ahogando mis miedos....
Entonces mis sentidos se rinden,
al deseo irascible de tu mirada enredada en mi escote…
el deseo de mi mirada que me inflama
ResponderEliminargenerando una llama aún no encendida
en el cobijo de tus ascuas desparramadas
por los huecos de mis manos vencidas
al paciente estado latente
que te previene de mis caricias.